Mi nombre es Gisèle Rullier y con poco más de cuarenta años, llevo casi toda una vida sentada en una silla de escritorio. Primero fueron los deberes del colegio. Después los del batxiller. Luego llegaron los maravillosos años de Universidad, y finalmente, el trabajo en la oficina o en casa.
¡Abruma pensar que hay días que paso más horas sentada que estirada en la cama durmiendo! No quiero ni contar las horas que habré pasado a lo largo de mi vida sentada en una silla de escritorio.
La búsqueda de ‘mi silla ideal’ empezó después de dar a luz. Probablemente la mejor experiencia de mi vida pero que se saldaría con una lesión de espalda.
A raíz de ese momento, me di cuenta que necesitaba encontrar una silla que me ayudara a mantener una buena postura para evitar empeorar el problema que ya tenía y al mismo tiempo, me proporcionára confort y comodidad.
Finalmente encontré la adecuada para mi, pero no sin antes leer centenares de opiniones y reseñas que me llevarían bastante tiempo. Con el paso de los años, tuve que hacer el mismo proceso para mis hijos y encontrar la silla que se adaptara mejor a ellos y sus necesidades.
Así que, ¿por qué no ayudar a otros a encontrar su silla perfecta y ahorrarles el trabajo de leer infinitas valoraciones de los usuarios?
Aún pasando muchas horas sentada, me encanta la naturaleza, hacer ejercicio, el tiempo libre y el tiempo en familia.